Hoy en día es muy común optar por la incineración de nuestros familiares difuntos, pero ¿y una vez que nos entregan las cenizas? ¿Existe una multa por esparcir las cenizas de un ser querido?
Todos hemos visto alguna vez, aunque sea en películas, aquella reunión familiar alrededor de una urna para tirar las cenizas al mar o en la naturaleza, pero ¿sabemos realmente si está permitido?
Los abogados y expertos en materia explican que la normativa autonómica que regula el ámbito de la sanidad mortuoria establece las exigencias legales sólo hasta el momento de la entrega de las cenizas.
La entrega de las cenizas será a la persona asignada por la familia o por el difunto si este lo había seleccionado con anterioridad para hacerse cargo de la urna. La única prohibición que aparece en la legislación española es que dicha urna no sea depositada en la vía pública.
El problema es que estas exigencias sanitarias dan pie a la interpretación personal de cada persona. No hay una normativa única estatal ni homogénea que englobe esta problemática y son las normas autonómicas e, incluso, las propias ordenanzas municipales de medio ambiente o de cementerios, quienes legislan sobre el tema.
¿Contaminan las cenizas humanas?
Las cenizas son un material inerte compuesto por celulosa, sales de calcio y potasio, taninos, fosfatos y carbonatos, entre otros elementos. Las cenizas funerarias pueden ser utilizados como fertilizante al igual que ocurre con la madera.
Es una leyenda urbana el que las cenizas de cremación son tóxicas
Las posibles sustancias tóxicas que puedan desprender los cuerpos durante la cremación se volatilizan por la elevada temperatura alcanzada en el horno. Los gases tóxicos como dioxinas, furanos, mercurio, etc., son atrapados por los filtros de los hornos crematorios, siempre y cuando éstos cumplan con la normativa medioambiental europea.
Aunque en España, oficialmente, son consideradas tóxicas, las cenizas del difunto que se recogen y entregan a los familiares, deberían estar libres de toda sustancia tóxica.
¿Es legal tirar cenizas en el mar?
El vacío legal existente en la normativa sobre el esparcimiento de cenizas ha dado vía libre a que muchas personas decidieran lanzarlas al mar alegando que no se considera vía pública.
Como ya hemos comentado, dependiendo de en qué comunidad autónoma estemos nos encontraremos con unas normas u otras. Es por ello que se recomienda a los familiares de los fallecidos que consulten la normativa de cada comunidad ya que puede haber multas de hasta 750€ por verter residuos no autorizados al mar, lo que es considerado delito contra el medio ambiente.
En algunas comunidades autónomas puede haber multas de hasta 750€ por tirar las cenizas al mar.
También se ha de tener en cuenta el tipo de urna que se utiliza. Ninguna normativa nos permitirá depositar o arrojar al mar una urna con cenizas. Muchos optan por esparcir solamente las cenizas para evitar que el mar devuelva las urnas a las zonas de playa, aunque ya existen las urnas biodegradables.
Como solución para satisfacer las últimas voluntades de nuestros seres queridos y no cometer infracciones, terminando incluso con una multa por tirar las cenizas, los más emprendedores han desarrollado la opción de poner a disposición de los usuarios una embarcación con autorizaciones expresas de la Administración para el esparcimiento de cenizas al mar. Para ello cumplen con todos los requisitos legislativos, entre los cuales el más importante es la distancia marcada, como mínimo 5km de la costa.
Este tipo de servicios que, sin lugar a duda, facilita la vida a muchas personas que se ven entre la espada y la pared, es decir, entre la voluntad de su ser querido y la regulación vigente. Además de gestionar el papeleo necesario para poder realizar el esparcimiento de manera legal, estas empresas ofrecen también los servicios de ceremonia, ya sea religiosa o no, y la entrega de una carta náutica en la que especifican exactamente el lugar destinado al esparcimiento, y, por tanto, la ubicación concreta.
Soltar las cenizas en el monte o un espacio natural
Ya es un hecho que las últimas voluntades de nuestros seres queridos son órdenes para nosotros. Como muchos de ellos optan por la incineración y su posterior esparcimiento de cenizas en algún lugar idílico, cada vez es más común que las opciones más solicitadas y utilizadas por los familiares de los difuntos sean los espacios verdes y naturales como pueden ser los parques, bosques, montañas…
Cada vez más Ayuntamientos habilitan terrenos y espacios para la deposición de las cenizas de los difuntos. Como norma general suelen ser jardines reservados para las incineraciones. Dentro se pueden enterrar las urnas biodegradables o bien esparcir las cenizas por sus praderas.
En cuanto a los bosques, el procedimiento suele ser el de enterrar las urnas biodegradables que portan una semilla con la que a la vez estamos plantando un árbol. Estos árboles sirven como un símbolo para toda la familia y los familiares pueden poner una placa en recuerdo de la persona fallecida.
Se ha de destacar que no todos los jardines y bosques son aptos para este tipo de prácticas. Han de ser los específicamente destinados para estas acciones.